"Ojo por ojo y el mundo acabara ciego"

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martes, 8 de abril de 2014

Tiembla, tiembla, que tu final se acerca

No sé ni cómo duermes por las noches
Estúpido farsante
Si mientes más que hablas
Allí por donde pasan los de tu calaña
Ya no crece nada
...
Golpes, amenazas y promesas vanas
Rey de los ladrones
Príncipe de espadas
Has tenido suerte hasta ahora
Has tenido mucha suerte hasta ahora

Tú que representas el pasado
Haces del presente
Una ratonera
No tendrás futuro ni descanso
Esa es tu condena

Ojalá sintieras el miedo que generas
Ojalá que lo sintieras
...
Tiembla, tiembla
Que tu final se acerca
Oh tiembla, tiembla
El péndulo cortó la cuerda
Y se rompió la rueda oh!

Puedes intentar que te perdone Dios
...



Amaral en "Ratonera"

Simplemente [ QUÉ GRANDE!! ]


Y la rabia se serena, su energía se canaliza, y luego, llega la primavera...

jueves, 12 de diciembre de 2013

Algunas lecciones de política por Juan Carlos Monedero

Especialmente bien hiladas tantas ideas y conceptos que pueden ayudarnos a despertar políticamente, de, como él dice, la enfermedad que nos contagiaron, y de la que la mayoría ignora aún su existencia.

martes, 11 de junio de 2013

Anguita: “O Alemania se va del euro o los países del Sur tendrán que salirse”


Entrevista a Julio Anguita

Julio Anguita González (Fuengirola, 1941) está viviendo su etapa más activa desde que dejó la primera línea de la política nacional, “los cargos”, como él mismo lo define. Acaba de publicar un libro, junto a la periodista Carmen Reina, de Conversaciones sobre la III República(Editorial El Páramo) que ya ha agotado dos ediciones y que no para de presentar en media España. Tras poner en marcha el Frente Cívico, un movimiento social que renuncia a presentarse a las elecciones pero que aspira a aglutinar a una mayoría para la movilización, Anguita no para de ser llamado para impartir conferencias y asistir a programas de televisión de máxima audiencia. Pese a su nuevo repunte de una popularidad, que ya era alta, sigue fiel a sus costumbres, al bar al que acude todos los días a tomar café, donde se desarrolla la entrevista. Es temprano. En la televisión de la cafetería, encendida, se ve a José María Aznar. El día de antes ha concedido su famosa entrevista que ha sacudido las costuras del PP.


Anguita, sobre la deuda: “No se puede pagar. Entonces, una de dos: o Alemania se va del euro, con lo cual sería una solución, o los países del Sur, los famosos PIGS, tendrán que salirse” 

El capitalismo ha llegado ya a los últimos confines de la Tierra y no puede repetir el mecanismo de resistencia. Y eso es lo que esperan, que venga un ciclo alcista. Y no parece, no.
Todo tiene que ser sancionado por las urnas, pero ahora mismo no se resuelve en las urnas. Se resuelve en la construcción de un contrapoder, se resuelve en la movilización. Además, no hay que escandalizarse. La revolución es algo normal. 
“Soy muy duro con la cobardía de los intelectuales. A la gente que no tiene que comer y que necesita el mínimo puesto de trabajo para sobrevivir, no le pidamos la heroicidad. Cuando llegue el momento y le hayamos allanado el camino sí”.


Podríamos empezar la entrevista por lo último…
… lo último es la amenaza de Aznar, que vuelve [risas].

Ah, bueno. Pues pensaba preguntarle por otra cosa, pero me pone en bandeja una pregunta sobre Aznar, que parece que quiere volver a la política, no como usted…
Yo estoy en la política. Lo que no vuelvo es a los cargos. Pero en política estoy hasta que me muera. Lo que yo hago es política. Pero no institucional.

¿El amago de Aznar, unido al regreso a la primera línea de la actualidad de Felipe González, es como un regreso a los 90?
Vamos. No quiero entrar en ese debate, que es un problema del señor Aznar y del PP. He hecho un comentario jocoso al principio, pero no quiero entrar en ese debate.

Lo que le iba a preguntar al principio, sobre lo último, es porque la firma de Julio Anguita está encabezando un manifiesto que circula por internet para que España salga del euro.
Mi firma es la tercera, por orden alfabético.

Usted siempre ha sostenido que la única salida a la crisis en España es que el país abandone el euro.
Hombre, siempre no. Pongamos que hace cinco años, sí. Esa posición se debe a las consultas que uno hace, a las lecturas que uno hace, a las reuniones con compañeros economistas que uno tiene. Somos muchos los que en España siempre hemos mantenido una posición crítica con el euro, pero el que ha tenido bien arropada su propuesta para la salida del euro ha sido Pedro Montes, que pertenecía al área económica de Izquierda Unida, fue economista por oposición del Banco de España, igualmente, con su fallecido compañero Jesús Albarracín. Muy crítico con el euro fue también otro miembro de IU, Juan Francisco Martín Seco, que es interventor general del Estado y también apoya este manifiesto, junto a una serie de economistas. Esta posición que al principio parecía muy minoritaria se ha ido ampliando. Además, hoy es un debate. Sobre todo cuando hay un economista inglés que dice que la deuda es impagable [se refiere al economista Jeremy Warner, que ha publicado en The Telegraph una tribuna que plantea que la deuda de España es impagable], tesis que venimos manteniendo. La deuda no se puede pagar, se pongan ustedes como quieran. Entonces, una de dos: o Alemania se va del euro, con lo cual sería una solución, o los países del Sur, los famosos PIGS, tendrán que salirse. Le daré un dato. El 20 de mayo de 2012 en el diario El País Felipe González publicó un artículo donde se dice textualmente: “Cuando construimos la moneda única se nos olvidó que…” Entonces dice que no había una política financiera en común, que no hay una fiscalidad en común. Es decir, el argumento que siempre habíamos usado nosotros para rebatirle, él ahí lo había escogido. De modo que la salida del euro es una, hay otras soluciones. Que se vaya Alemania, que se replantee la construcción europea en torno a una entidad política y que desde luego lo que se llamó la construcción del espacio social europeo se haga.

¿Qué consecuencias tendría para España su salida del euro?
No más difíciles que las actuales. Obligaría a no participar con sacrificios sino con entender que empezamos una etapa difícil porque entre otras cosas el diferencial de la peseta con la moneda única en torno a la deuda podría elevarse. Pero claro, es que la salida del euro implica otras medidas. Para empezar, una auditoría de la deuda. Y si hay una parte de la deuda, que es lo más importante, que es ilegítima, no pagarla. Y la otra otra de manera unilateral hacer una moratoria. Esas medidas van concatenadas. Salirte del euro sin plantearte una deuda que es impagable no tendría sentido. Luego la segunda medida es no pagar la deuda. Eso lo hizo Argentina, ¿eh? Esto no es nuevo, esto no es nuevo.

Pero plantear esa salida del euro tendría una consecuencia dedefault sobre el país. No tendríamos dinero para pagar las pensiones, las prestaciones sociales…
¿Cómo que no? Dele usted a la máquina.

¿Al Banco de España?
Claro. Es que eso es recuperar la soberanía monetaria. Y aplique usted una política de persecución del fraude fiscal, de persecución de la economía sumergida, de erradicación de los paraísos fiscales. Esto no es fácil. Esto es muy difícil, pero el marco existe y el modelo existe. Mire usted a Estados Unidos. La máquina se pone en funcionamiento. Mire usted, ¿es que hay un peligro de inflación? Evidentemente, pero bueno, ya veremos. En la economía capitalista, el conductor, el político siempre ha tenido dos caballos: la inflación y los déficits. Y tiene que jugar con los dos. Unas veces le dejo a uno que corra más. En fin, los ritmos.

Y en este caso sería el caballo de la inflación el que correría.
Pero, vamos, la inflación también se puede cortar, porque obedece a muchas causas. Tenemos la inflación como consecuencia de que se acuña mucha moneda, está la inflación de beneficios y de esta nunca se habla, cuando los beneficios son bastante numerosos… Pero vamos, que evidentemente la inflación es un riesgo. Yo tengo una manera de trabajar: primero está la población, sino es que lo estamos sacrificando todo a que las cuentas, la mecánica de las cuentas funcione. Y la población tiene que comer todos los días.

¿El economista inglés al que se ha referido antes es el del diario The Telegraph?
Sí, lo he dejado para leérmelo ahora. Dice que la deuda es impagable, cosa que ya decía hace cuatro años Pedro Montes. No se pueden pagar cuatro billones de euros, se pongan como se pongan. Lo que están tirando es balones fuera esperando a que el árbitro pite el final del partido.

Una patada hacia adelante. Aplazando los problemas al futuro.
Es la huida hacia adelante, esperando. Ellos operan el modelo que ya Keynes planteó y que es muy viejo: todos los ciclos económicos tenían un ritmo y ese ritmo va a volver. Lo que pasa es que estamos ya en una situación en la que no hay ciclos económicos. El capitalismo ha llegado ya a los últimos confines de la Tierra y no puede repetir el mecanismo de resistencia. Y eso es lo que esperan, que venga un ciclo alcista. Y no parece, no.

Con esa salida del euro se produciría un auténtico terremoto político en España.
Hombre. La salida del euro la tiene que aplicar un Gobierno. Y un Gobierno con el apoyo mayoritario, luego el terremoto no sería tanto. No podemos aislar la medida de quien la pone en marcha. Cuando me preguntaban ustedes, los periodistas, cuando yo era candidato a la Presidencia del Gobierno, ¿oiga usted, eso que está diciendo cómo se va a aplicar? Miren ustedes, yo a la población le explico lo que voy a hacer. Si me vota, ya está. O sea, un terremoto para el que no ha ganado, por que el que lo aplica es que ha ganado. Cuando planteamos esta medida partimos del supuesto de que eso hay que aplicarlo con la fuerza mayoritaria.

Otra cosa que puede ocurrir es que directamente nos expulsen del euro.
No lo van a hacer. ¿Quién le va a pagar a los bancos alemanes? Son un tigre de papel. Cuando el presidente de Ecuador Rafael Correa anunció que iba a hacer una comisión para estudiar una auditoría de la deuda, automáticamente la banca le ofreció una quita del 30%. Un 30% inmediatamente. Así que no creas que tienen ellos las de ganar. Es que pierden, porque a la banca alemana no se le paga. ¿Qué haces ahora? Esto también es riesgo por nuestra parte, porque llega la presión internacional… No estoy planteando una medida suave, pero no es más dura de lo que hay actualmente.

Planteaba que para acometer esa medida lo tiene que hacer un gobierno mayoritario. Usted desde el Frente Cívico rechaza presentarse a unas elecciones. Ese discurso entonces tendría que calar en los partidos que se presentan a las elecciones.
No, no. En la gente. A mí me interesa más la gente. Cuando la gente cree fuerza, los partidos irán detrás. Los partidos no me preocupan a mí, me preocupa la gente. Si creamos una fuerza social, los partidos más ligados a nuestras ideas se pondrán detrás.

Con esta recogida de firmas inicia entonces la batalla de la opinión pública a la que plantea que la salida a la crisis es la salida del euro, valga la redundancia.
Hombre, mientras estén las cosas como están. También digo que hay otras. Por ejemplo, que el proyecto de construcción europea retome la baza política. Ir hacia un gobierno de Europa, la creación de una Europa Federal, que eso significa redistribución entre los territorios para ir a lo que se llama una cohesión económica social. Otra salida, que se vaya Alemania.

Acaba de publicar junto a la periodista Carmen Reina el libroConversaciones sobre la III República (Editorial El Páramo). Usted defiende que esa III República no como cambiar al Rey por un presidente sino por una reconstrucción del Estado. ¿En ese Estado volveríamos a hablar entonces de que nos regiría la peseta?
Si nosotros hemos cedido soberanía en nombre de un proyecto de integración europea, pues esa cesión de soberanía tendría que valer de alguna manera que el proyecto fuese así. Si no es así, se recupera esa soberanía. Es algo puramente lógico. Lo que pasa es que nosotros hemos cedido soberanía con mucha facilidad. Hay parlamentos que exigen los tres quintos, hay otros que exigen un referéndum. Aquí, la Constitución se hizo para entrar rápidamente. La actual construcción europea dista mucho de lo que se anunció cuando se empezó a hablar antes del Acta Única. Hay unos hitos en la construcción europea que son las propuestas por ejemplo del diputado italiano Spinelli, el tratado de Ámsterdam de 1984, posiciones incluso de Jacques Delors, del primero, segundo y tercer presidente de la Comisión Europea, que hablaban de la cohesión social. Pero se han arrumbado. Llegó el Tratado de Maastricht y dijeron fuera. Por tanto, esta construcción europea no responde a lo que en principio se pensó. Luego, si no es así habrá que recuperar soberanía. Esa es la lógica que se planteó en España cuando se habló de la República. Ustedes no han cumplido con la Constitución, el pacto no existe.

Aunque ahora los nuevos dirigentes europeos están hablando de fomentar la unión política y, sobre todo, la unión bancaria.
¿Por qué hablan de la unión bancaria? Porque en el fondo no quieren unión política. Una unión política significa un gobierno europeo, que no se hace de momento, sino dando unos pasos. Una interconexión entre los distintos parlamentos. Pero esa realidad no se quiere. Lo que quieren es tener una banca como instrumento fundamental de control y una coordinación de gobiernos, no un gobierno europeo.

Ahora está creciendo en Europa el antieuropeísmo, en Grecia, en Reino Unido…
En Reino Unido no tiene sentido porque hasta ahora ellos no han hecho nada más que sacar ventajas. Una de las cosas más tremendas fue la concesión a la Thatcher del cheque británico, es decir, el dinero que sobra para mí. Gran Bretaña es un movimiento extraño en la construcción europea. Como ellos dicen, Europa es eso que hay ahí al otro lado del Canal de la Mancha. Ellos se sienten más vinculados a Estados Unidos cultural e históricamente. Lo que ocurre es que ese espléndido aislamiento anida en ciertas clases sociales, y de ahí salen estos partidos como el UKIP. Pero los que somos anti Maastricht en todo el Sur de Europa es que estamos cargados de razón. Nos decían antieuropeos porque ellos tenían una concepción dogmática: o ésta es la construcción europea o lo demás no vale. ¿Porqué? Podemos hablar de otras opciones. Y ahora ha llegado el momento de hablar de otras opciones. Lo que ha caído es el discurso dogmático en el que estuvo Felipe González metido hasta el final. Él es el responsable de ese discurso de Maastricht.

También como Aznar parece que hace amagos, al menos de marcar el discurso político.
Hombre, pues sería interesante que asistiéramos a un revival que volvieran ellos dos allí, como los dos viejos pistoleros que aparecen después en el Far West a ajustar sus cuentas. Sería interesante, un espectáculo que pediría yo primera fila para verlo.

Bueno, ya vio el de los 90 en primera fila.
No, no. Pero digo ahora. El otro no lo vi, en el otro participé. Participé en el duelo [risas].

Señor Anguita, lo que sí estamos viendo ahora, y eso no ocurrió en los 90 cuando estuvo en primera fila, es una crisis absoluta del bipartidismo. Al menos, es lo que trasladan las encuestas.
Lo que pasa es que esa crisis del bipartidismo tiene un buen paraguas, que se llama la Ley Electoral. Y si no fíjese cómo bajando el PSOE más que el PP, y también bajando el PP todavía las demás fuerzas políticas no consiguen aunar un buen número de diputados que cuestionen la mayoría. Esto indica que el bipartidismo está muy bien consolidado gracias a una Ley Electoral que se hizo para eso. Por ahí circula un documento que me han presentado para que dé mi opinión, en el que hay un grupo de intelectuales que buscan que se pueda crear una candidatura alternativa. Me temo que es otra vez para apoyar al PSOE. Somos un pueblo que tiene poca memoria. Aquí olvidamos que fue Zapatero el que le pidió a Mariano Rajoy que había que aprobar la reforma de la Constitución. Cuando se opta por el Frente Cívico se opta por un camino, el mío: no hay salida desde la mecánica normal. Evidentemente que todo tiene que ser sancionado por las urnas, pero ahora mismo no se resuelve en las urnas. Se resuelve en la construcción de un contrapoder, se resuelve en la movilización. Además, no hay que escandalizarse. La revolución es algo normal. Yo me baso en la solemne Declaración de los Derechos Humanos que está hablando de que la rebelión es legítima. Y lo dice Santo Tomás de Aquino, y John Locke, y la revolución francesa, y la revolución americana. Pero quieren que todo el mundo se meta en el tema electoral. Pues no me da la gana. Usted quiere que me meta en el desfiladero donde están los indios arriba tirando las flechas. Yo no me meto ahí.

¿Cómo va esa movilización del Frente Cívico?
Estas cosas no se deben decir. El Frente Cívico tuvo una arrancada de caballo alazán y va camino de la parada del burro manchego. España es un país que enseguida que aparece algo nuevo queremos ver los resultados inmediatos. Pero aquí hay dos palabras que son tesón y paciencia. Ahora vamos el 6 y 7 de julio a la constitución definitiva del Frente Cívico. Espero que si los documentos que hasta ahora han servido de base que han sido mis siete famosas cartas, las siete pastorales [risas], los leen, se darán cuenta de que todos tenemos que irnos con otros, a trabajar, a ayudarnos. Lo nuestro es la movilización y, sobre todo, que tenemos la misión de intentar movilizar a la mayoría.

En España parece que las movilizaciones no san tan masivas como cabría esperar de una crisis tan salvaje. ¿Tiene miedo la población?
Claro que tiene miedo, porque lo poco que tienen, el que tenga poco, lo pueden perder. Se ha repetido siempre que el hambre produce revoluciones y no es verdad. Si cogemos la historia, las revoluciones han venido en su germen primigenio de los privilegiados. La revolución francesa se gestó en los salones en donde los intelectuales se reunían, hablaban, eso se filtraba a una parte de la calle, la burguesía de entonces, que necesitaba romper las cadenas que les imponían los señores de la aristocracia… Pero vino de arriba. El pueblo, los sansculotte, salió, arrasó y se sumó ya. En la revolución soviética lo mismo. Comienza en la intelectualidad y en los elementos más avanzados del poco proletariado que había en Rusia. Igualmente, la revolución cubana la inicia un abogado, que es Fidel Castro. Y la revolución china empieza con un maestro de escuela que es Mao Tse Tung. Entonces, ¿qué ocurre? En esto soy muy duro con la cobardía de los intelectuales. A la gente que no tiene que comer y que necesita el mínimo puesto de trabajo para sobrevivir, no le pidamos la heroicidad. Cuando llegue el momento y le hayamos allanado el camino sí. Pero la primera chispa en la rebelión es para los que, y ahí me incluyo, hemos podido estudiar, hemos tenido experiencia, percibimos un salario de jubilados… Y ahí veo que hay mucho apesebrado, mucho pesebre.

¿Esa intelectualidad es quizás la que ahora le está moviendo el trono al Rey?
Hay un dicho muy antiguo que dice que es preciso que un hombre muera para que se salve el Reino. Naturalmente, la figura del Rey es hoy una pesada carga para el sistema monárquico y para el estatus de la Casa. El Rey nunca ha sido una figura edificante, en absoluto. Pero ahora las cosas que se silenciaban, se saben. El problema es el siguiente: ¿Felipe VI va a acceder a ejercer el papel que ha ejercido el padre? Yo creo que si el Rey abdica y Felipe gobierna, al cabo de dos años tenemos aquí la República. Pero traída por la derecha. Esta idea la he repetido hasta la saciedad. La República la trae la derecha. Cuando me refiero a la derecha no sólo hablo de los partidos políticos, me refiero a los intereses económicos que tienen que cambiar para que continúe el chiringuito. Y si hace falta una república, se pone una república, eso sí, muy conservadora. Entonces, los que solamente tienen de republicanos darle aire a la bandera, incautamente van a caer en el barril. Por eso hace falta un proyecto de república.

Sería como escribió el italiano Lampedussa en El Gatopardo, cambiarlo todo para que nada cambie.
Efectivamente. Y sobre eso la Historia nos da ejemplos todos los días.

¿Cómo asiste Julio Anguita a la tormenta de titulares de casos de corrupción que vive España? Ya no se salva nadie: banqueros que van aunque sea un día a la cárcel, el yerno del Rey, políticos, jueces. Están todas las instituciones afectadas por la corrupción.
¿Cuál es el estadio más grande de España, el Bernabeu o el Nou Camp?

El Nou Camp.
Pues una inmensa sala de juicio con no sé cuántas decenas de miles de inculpados sentados allí, en el Nou Camp. Todos los que han gestado esta situación en la que hay que meter a políticos, a banqueros, a medios de comunicación, a intelectuales que han dicho que esto era la modernidad. En ese inmenso campo habría que juzgarlos a todos. Es un juicio de papel, evidentemente. No estamos hablando de algo en serio. Ahora está pasando lo que venía de antes. Recuerdo los discursos de Solchaga [ministro de Economía con Felipe González], y los de Felipe González, y los discursos de que los demás éramos unos anticuados mientras se destruía tejido productivo, mientras se vendían las empresas, mientras España era el ladrillo, el turismo y los salarios bajos. Tenemos más autopistas que nadie, porque eso les generaba el negocio… Esto es el juicio a las clases dirigentes del país. Es un juicio de la Historia. Y hay que sentarlos a todos. Incluido a mí, aunque sé que me tendrían que soltar inmediatamente porque yo no tengo ningún problema en sentarme allí también.

La población asiste atónita a los juicios porque no acaba de confiar en la Justicia, no la ve justa.
Algo tiene la población también de responsabilidad. Cuando la gente vota, tiene su parte de responsabilidad, lo que pasa es que no le gusta que se lo digan. Pero la tiene.

¿Qué le parece el decreto sobre la expropiación temporal de viviendas que ha aprobado la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía?
Estoy de acuerdo. No me parece quizás la medida más avanzada, pero me parece muy bien porque ya apunta, ni más ni menos, algo que es de justicia: no puede haber gente sin casa y pisos vacíos. No puede haber. Porque atenta contra el derecho de la ciudadanía. En consecuencia, el derecho natural sancionado por la Declaración de los Derechos Humanos dice que se pierde la propiedad. Así de claro. Punto. No hay que discutirlo. Porque hay un momento en la Historia en el que los derechos se imponen, y punto. Ya no hay más que discutir.

Aunque sólo sea por ese decreto, ¿ha merecido la pena el pacto de gobierno entre el PSOE e IU?
Una persona puede tener una trayectoria nada edificante y en su vida ha habido un momento en el que, bueno, dio amor o se portó muy bien.

¿Qué le parece, como profesor y político, la reforma de la Ley de la Educación que hace que la asignatura de Religión compute en la nota media de un alumno?
Soy un profesor, pero un profesor que tengo ideas y hablo de la enseñanza. Como profesor soy el exponente de una trayectoria de enseñanza que ha habido en este país y que es hija de la Ilustración. Y la enseñanza no es independiente. Ahora estamos dominados por una visión de la enseñanza clerical con olor a sacristía. ¿Qué vamos a esperar? A mí del PP me parece normal. Y que la Iglesia española, que siempre ha sido agreste, montaraz y trabucaide, haga esto porque es lo mismo. A mí lo que me molesta es el grito en el cielo que pone el PSOE porque él fue el responsable. Cuando su secretario general dice el otro día amenazante que bueno que ellos van a hacer que se cumplan los acuerdos del año 1979… ¡Hombre! Entonces, la situación de hoy la trajo el PSOE, que fue tolerante y cedió ante una Iglesia española muy mal acostumbrada que cada vez va a pedir más y más. Pues ya la tenéis aquí. Para mí sería muy fácil decir que el PP tal. No, no. El PP es el PP y ya está. Un granado no da nada más que granadas, y sus alianzas con las sotanas están clarísimas. Es el otro el que no cambió esta situación.

¿Tan fuerte es ese poder fáctico de la Iglesia como para marcar la agenda de un Gobierno y cambiar de arriba a abajo una ley tan importante como la educativa?
Cuando los gobiernos no tienen más contacto que los palacios, las élites, los directores de los medios de comunicación más influyentes, sí. Porque la Iglesia tiene poder. Pero cuando el Gobierno dice luz y taquígrafos la Iglesia no tiene poder ninguno. Ninguno. Hay una prueba. Las bodas religiosas han ido bajando, los niños no daban clase de Religión, el descreímiento de este país es tremendo. Y salvo los folclores de la Virgen del Rocío pues la religión no tiene fuerza. Además digo una cosa: los profesores de Religión no enseñan religión, porque religión también es el Islam. Como asignatura la Religión tiene cuatro apartados: la vida sobrenatural, el dogma, la moral y la liturgia. Esa es la asignatura. Y de eso no enseñan nada porque eso no se lo cree ya nadie. La dogmática y la vida moral en esta sociedad no se la cree nadie. Entonces, ¿a qué va la Iglesia? A mantener el poder, a mantener los privilegios económicos, quedarse con la Mezquita por 30 euros, y ya está. Entonces, la alianza con la calle y la realidad disipa todos esos pactos palatinos. Pero son incapaces porque su naturaleza le tira al pacto palatino se encuentran en inferioridad y hacen lo que diga monseñor Rouco Varela. Que diga misa, que es lo suyo [risas].

Ha hablado de la Mezquita de Córdoba, una ciudad de la que fue alcalde. La Iglesia ha inmatriculado a su nombre por 30 euros todo un edificio Patrimonio de la Humanidad tras una reforma de la Ley Hipotecaria impulsada por Aznar. ¿Qué piensa de esa acción y cómo parece que la población ha asistido callada o al margen?
La Iglesia está en la línea que ha estado siempre. En España ha tenido una unión con el poder siempre, pero desde el emperador Teodosio. Hubo dos momentos muy breves en que no, la Primera y Segunda República, y determinadas cosillas en la época de Carlos III con la expulsión de los jesuitas en España y en Portugal con el marqués de Pombal. Lo que ha pasado con la Mezquita no sé si la población lo sabe, pero aunque lo supiera creo que haría lo mismo. El llamado cordobesismo no es ni más ni menos que una de las manifestaciones de la pereza mental, exaltado a nivel de filosofía de vida.

¿Qué le parece el rezo compartido en la Mezquita?
Me parece lo más normal, porque lo mejor que pueden hacer las tres grandes religiones monoteístas, viendo como está el espíritu secular que invade al mundo, es juntar los tres chiringuito. El gran Al-Hakem II, que era el príncipe de los creyentes y por tanto el jefe religioso máximo en Córdoba, en un momento dijo: “yo creo que cada una de las tres grandes religiones tiene parte de razón”. Eso era inconcebible en esa época, porque era como el Papa de entonces, el califa. Esto yo no creo que ahora lo diga un Papa porque quieren ser los únicos.

¿Ha vuelto a la Mezquita últimamente?
No, hace mucho tiempo que no voy. La conozco, algunas veces la he enseñado.

Sí, ahora es Catedral.

Es como una nueva catequesis…
Sí, pero además ellos aplican la historia como quieren. Es verdad que allí hubo una iglesia mayor, llamada de San Vicente, y que cosa incomprensible para determinados católicos se trazó un telón y en una parte había rezos cristianos y en la otra musulmanes. Y después se le dio dinero para que se fuesen a otro sitio. La persecución sistemática de la Iglesia Católica contra cualquier disidencia, la imposición del bautismo en Granada violando las capitulaciones que firman los Reyes Católicos con Boabdil, eso no se dio en Córdoba. No hay cosa peor que tener la religión verdadera. Tremendo.

Y pensar que uno siempre tiene la razón.
Sí. Claro, claro.


ALFONSO ALBA  en andalucesdiario.es

Creative Commons

martes, 7 de agosto de 2012

Lo que pienso de la situación política actual en boca de Julio Anguita

Totalmente identificado con las palabras de Julio Anguita en esta entrevista en el programa de radio politeia.
Gracias ***  por enviarme este enlace, me gustó leer que te recordé con mis palabras a Anguita.

La entrevista empieza en el minuto 1:37
 

http://www.ivoox.com/playerivoox_ee_1340305_1.html

lunes, 25 de junio de 2012

Somos Mayoría, la iniciativa por el cambio de Julio Anguita


Manifiesto Somos mayoría Por Julio Anguita


La experiencia diaria nos demuestra que, independientemente de la adscripción ideológica, política, sindical o profesional de cada uno y de cada una, somos mayoría quienes coincidimos en señalar y comentar una serie de evidencias que el sentido común más a ras de tierra no tiene por menos que reconocer como verdaderas e indiscutibles. 


A título de apretado resumen veamos algunas de ellas: 

1. Somos mayoría quienes empezamos a vislumbrar que esta situación no tiene remedio con las medidas que -con la excusa de la UE y los mercados- el poder económico-financiero está imponiendo. La deuda de las familias, la banca, las empresas y el Estado (con sus tres administraciones) es la siguiente:

Deuda del Estado ............................... 600.000 millones de euros
Deuda de las familias a los bancos................ 1 billón de euros
Deuda de las empresas a los bancos.............. 1´3 billones de euros
Deuda de la banca al BCE y otros............... 200.000 millones aproximadamente

Esta cantidad es impagable y lo es porque debido a la política de recortes y reformas del mercado laboral añadidas a la crisis, han producido una depresión que no da señales de acabar; muy al contrario, parece que va a continuar sin saber hasta cuando. Y a pesar de ello cada día hay una subasta de títulos, bonos y pagarés a creciente interés y con una prima de riesgo disparada, el Estado interviene y nacionaliza las pérdidas de los bancos quebrados con la confesada intención de devolverlos al sector privado una vez saneados. La ayuda de la UE a los bancos está avalada por el 
Estado y en consecuencia éste asume, como garante último, la devolución del préstamo. Los recortes a las condiciones de vida de la ciudadanía continúan en una clara transgresión, no sólo de la solemne Declaración de DDHH de la ONU sino -incluso- de los Títulos Preliminar y VII de la vigente Constitución Española. No hace un año todavía la Constitución ha sido modificada en su artículo 135 a fin de que la deuda tenga preferencia de pago sobre cualquier otro gasto público. El llamado Estado de Derecho ya no es tal. Paralelo al Estado y sus administraciones, existe otro que informa el impulso de la acción política; un doble Estado formado por mafias, redes clientelares, intereses espurios, grupos de presión y alguna que otra alcantarilla. La situación es todavía susceptible de empeorar si no se ataja esta política.

2. Somos mayoría quienes padecemos en nuestra propia situación, en la del entorno familiar, en la del vecinal o en el de nuestras amistades, el problema lacerante del paro, la precariedad, o las mil y una formas de degradar el ejercicio del trabajo. Y si a la cifra millonaria de parados y mal contratados le añadimos la evidencia de que los poderes públicos sólo plantean escapistas fórmulas consistentes en esperar una - cada vez más hipotética- recuperación que traiga "el crecimiento y la creación de empleo", tendremos el cuadro de una situación sin esperanza, sin proyecto y sin calendario alguno. Así el discurso oficial (que es el del Gobierno pero también el de otros) alaba la flexibilidad en los despidos, la ruptura de los convenios o la trata de casi esclavos como una medida necesaria para crear empleo. De la misma manera se afirma que los recortes en sanidad ayudan a una mejor asistencia sanitaria y los recortes en educación producen una mayor calidad de la misma. Y en resumen, el discurso del absurdo, del cinismo y del aventurerismo conceptual y lingüístico que ha raptado a la razón, la lógica y hasta el más llano sentido común. Pero lo que constituye el mayor agravio para los que en estas circunstancias todavía tienen un puesto de trabajo, es oír como el mismo no es un derecho constitucional sino un privilegio.

3. Somos mayoría quienes padecemos en nuestras carnes -o en las de infinidad de familias- la pérdida de horizonte, de futuro y de expectativas para la juventud española. Hace años el Consejo Superior de Investigaciones Científicas le encargó a James Petras, sociólogo norteamericano y catedrático de varias universidades estadounidenses, la elaboración de un estudio sobre las perspectivas de trabajo para los jóvenes de España. Petras entregó el trabajo en 1996, le pagaron y archivaron los estudios encargados. En aquellos documentos, que hoy están al alcance de cualquiera que quiera entrar en la red, el profesor Petras lanzaba el aviso de que ya estábamos ante las primeras generaciones que iban a vivir peor que sus padres. ¿Qué se hizo para evitar este drama? ¿Han reparado algunos "patriotas" en que cuando la juventud de un país sólo tiene como horizonte la emigración (para titulados) o la prolongación sine die de la tutela familiar, ese país deja de existir? ¿Qué padre o madre no estarían dispuestos, junto con sus hijos, a hacer algo efectivo para evitar este holocausto generacional?

4. Somos mayoría quienes presenciamos con asombro y escándalo que la corrupción se ha transformado en el hábitat cotidiano de nuestra existencia. Una corrupción que atraviesa los tres Poderes del Estado y llega hasta las más altas magistraturas del mismo. Financiaciones irregulares, negocios más que turbios, sobornos, tráfico de influencias, despilfarro del dinero público en obras faraónicas e inservibles, compra de material bélico, impagable y también inservible para los fines que se le atribuyen, sueldos de escándalo, trato de favor desde los poderes públicos a delincuentes convictos, desviación o paralización de la acción de la Justicia sobre presuntos delincuentes, uso torticero de los caudales públicos en beneficio de operaciones clientelares, etc. etc. etc. Pero la mayor de las corrupciones estriba en la concepción que se ha ido abriendo paso como consecuencia de estos desmanes: para una parte de la población el dinero público no es de nadie sino de quien se atreve a dilapidarlo, robarlo o malversarlo. El escándalo mayor no son sólo los delitos económicos en sí mismos sino también la indiferencia generalizada, la tolerancia social, la complicidad anímica con que son recibidos. A lo más, un chiste, una broma o un comentario jocoso.

5. Somos mayoría quienes vivimos en una auténtica inversión de valores sociales. La economía basada en la creación de mercancías, bienes y servicios, la laboriosidad, la ética cívica, el rigor en los conceptos y palabras, el uso productivo del ahorro ciudadano, el respeto al ámbito legal en la contratación, remuneración y previsión de futuro de los asalariados, ha sido sustituido por la economía del pelotazo, el negocio fácil, el tente mientras cobro, los contratos basura, la segregación laboral según el sexo y la situación de embarazo en el caso de las mujeres, la amenaza de despido como herramienta omnipresente en las relaciones laborales, las promesas de inversiones fáciles y lucrativas que han desembocado en estafas hechas a los ahorros de capas populares y medias; y en general toda una amplia gama de contravalores basados en el individualismo, el consumismo y un hedonismo cutre. La filosofía basada en el negocio fácil, rápido y de alta rentabilidad se ha constituido en la médula de informes y programas económicos de la "modernidad y las altas finanzas". Ha llegado a la Universidad y presidido sus reformas y adaptaciones al mercado y su cuerno de la abundancia; ha subvertido los valores de estudio, esfuerzo, tesón y dedicación inherentes a la actividad educativa; una actividad en la que lo importante son los gráficos, las estadísticas y el panel sobre el que se desarrollan las mentiras que obvian situaciones familiares, profesionales de los docentes y del sistema educativo en general. En la mentalidad media de alumnos y familias se ha instalado el conformismo evidenciado en la pregunta ¿estudiar para qué?

6. Somos mayoría quienes comprobamos cada día cómo la Constitución, los textos legales y demás documentos internacionales de obligado cumplimiento son vulnerados, incumplidos, marginados y falsificados en su aplicación. La Política, instrumento y ejercicio de servir a la mayoría social ha devenido (con contadas excepciones) en una eterna campaña electoral en la que promesas, propuestas y proyectos son olvidados con la misma ligereza, frivolidad y descaro con que fueron hechos en los tiempos anteriores a la cita con las urnas. De ser un campo donde hay una confrontación de programas, ideas, valores y ejercicio consecuente del ejemplo, la Política ha devenido en la pugna por ser protagonista en el escenario de las instituciones pero sin cambiar la obra que se representa; es un relevo en el cuadro de actores sin que jamás cambie el libreto. Y cuando se les interpela por este combate amañado, la respuesta es decepcionante: son los mercados, las finanzas, la UE, la comunidad internacional, etc. Las preguntas surgen espontáneas ¿Por qué hay elecciones entonces? ¿Elegimos a un poder democrático o solamente a un zascandil correveidile?
La Democracia es traicionada en nombre de ella misma. El que todavía conste en el artículo 1.2 de la Constitución que la soberanía nacional reside en el pueblo español es un hiriente sarcasmo. Si tomamos como referencia el texto constitucional vigente, caeremos en la cuenta de que vivimos un Estado de Excepción económico, social, político y ético. Ante nosotros se está desarrollando un Golpe de Estado incruento y a cámara lenta.


Esta situación que acabo de describir someramente es desagradable, pero desde luego es real y como tal la siente la mayoría. Otra cosa es cómo reacciona esa mayoría. 
A ella me dirijo para manifestarle algunas de las conclusiones a las que he llegado tras haber meditado sobre estos momentos concretos:


1. No hay fuerza política alguna que en solitario y en el ámbito específico y único de su actividad, sea capaz de asumir la tarea de poner fin a esta situación y además proponga una propuesta alternativa en el marco del derecho y la Constitución. La experiencia de los últimos años nos lo muestra. Y no la hay porque algunas ya han gobernado en balde y otras carecen del respaldo necesario para ello.

2. No hay fuerza sindical que sea capaz de representar a este inmenso colectivo que constituye la mayoría.

3. No existe ningún economista o colectivo de ellos que a palo seco y con sus ecuaciones, estadísticas y teorías, sea capaz, desde la pizarra, de plantear una salida viable y en positivo a este desconcierto.

4. Estas afirmaciones las hago desde mi convicción de que las fuerzas políticas y sindicales son necesarias, cumplen un rol, aglutinan ideologías (yo mismo milito en el PCE e IU) pero en este momento y en virtud de un proceso histórico que comenzó en la Transición, están ante una tarea que les desborda.

5. Las consecuencias son obvias: sólo un Frente Cívico, una mayoría ciudadana organizada en torno a soluciones concretas es capaz de crear la fuerza necesaria para colocarla en la balanza del poder en contraposición a otros poderes económicos, y sociales que siendo muy minoritarios, detentan en exclusiva el ejercicio del Poder.

¿En que situación está la mayoría social?
La tremenda paradoja, la inquietante contradicción consiste en comparar la gravedad de la situación y la ausencia de sujeto social capaz de abordarla y superarla. Se necesita un soporte cívico democrático, de valores alternativos, firme, con voluntad de acometer el proceso de saneamiento económico, político y ético que la realidad demanda; y sin embargo esa fuerza no existe por ahora; existe en potencia pero no en acto.

La mayoría no tiene más homogeneidad que su condición de dominada ayer, hoy y si no lo remediamos, mañana también. Pero apenas hay algo más que la haga consciente de que es mayoría y puede ejercerla. En ella hay colectivos y personas que luchan como pueden contra esta situación; y lo hacen desde distintos supuestos, compromisos y proyectos de futuro. En esta mayoría viven multitud de personas que limitan su participación cívica a cada acontecimiento electoral y poco más allá. Pero además hay un número amplio de indiferentes a cualquier proyecto de acción cívica y que con resignación consciente o tácita asumen como inevitable los que les ocurre; No faltan tampoco quienes asumen con conciencia de culpa el discurso del poder económico y político que generalizando plantea que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Es la aceptación del discurso del dominante por parte del dominado. Es la represión perfecta: la víctima hace suyos el discurso y los valores del victimario. En esta situación de resignación cultivada por el poder, de carencia de futuro y de anomia generalizada me dirijo a la mayoría, en mi exclusivo nombre, desde mi libertad y desde la convicción de que, si ahora no se lucha, nuestros hijos y nietos no tendrán futuro, ni país, ni tampoco se tendrán a ellos mismos. 

En consecuencia, hago una Convocatoria.


¿A quién?
A la ciudadanía harta de corrupción, de injusticias, de frivolidad política, de una práctica económica basada en la depredación del propio país, en la desertización de la industria, en la vuelta a unas relaciones laborales del siglo XIX y sin otro proyecto que no sea esquilmar más aún si cabe a esa mayoría. A los militantes de fuerzas políticas y sindicales para que, a título personal, se incorporen al proyecto que este documento expone. A plataformas, movimientos, colectivos y en general a todo grupo organizado que esté dispuesto a cambiar las cosas en el sentido de la justicia, la democracia profunda y el vivir en armonía con el entorno social, medioambiental y cívico. A los hombres y mujeres de la Ciencia, la Técnica, la Economía, la Investigación, el Derecho, la Educación, la Sanidad y la Cultura para que, en paridad con los demás, aporten sus conocimientos, sus experiencias y su capacidad de analizar, sistematizar y exponer. Sin el saber no hay más proyecto que la barbarie institucionalizada.

¿Para qué?
El objetivo de la convocatoria es doble:

1. Que la mayoría social, por su propio impulso, por su propia voluntad y por su creciente toma de conciencia devenga en un Frente Cívico que teniéndose a sí mismo como referente, abra paso a una situación de plenos derechos económicos y políticos junto con unas relaciones personales y sociales fundamentadas en la ética cívica. Un Frente Cívico que tenga como protagonista al ciudadano y a la ciudadana; es decir a las personas conscientes de que sus deberes son los derechos de los demás y viceversa.

2. Constituir un referente de poder ciudadano que induzca de manera creciente a los poderes públicos a legislar y gobernar en beneficio exclusivo de la mayoría. El proceso que conduce a estos dos objetivos pudiéramos considerarlo como un proceso constituyente de la mayoría social constituida como tal.

¿Cómo?
Permítanme, aún a riesgo de alargarme, que les exponga un símil. Imaginen que estamos ante un gigantesco mapa de España totalmente en blanco. Si por cada persona con voluntad de luchar o por cada organización, colectivo o asociación de cualquier índole ponemos un alfiler en el mapa, estaríamos ante un gigantesco acerico, pero nada más. Sería como una yuxtaposición de yos pero sin estructura alguna. Imaginen que con paciencia y un lápiz, vamos uniendo entre sí a todos los alfileres clavados en el mapa. Al terminar surgirá ante nosotros una red, un tejido, una estructura. Los yos han dado paso al nosotros.

¿Qué tipo de cemento social, qué tipo de propuesta qué tipo de ideario es capaz de producir en los integrantes, dispersos y aislados de la mayoría, la asunción del nosotros, la mayoría? La respuesta es obvia: un Programa, una propuesta concreta, un objetivo, en principio cercano y necesario. Especifico las características que le atribuyo al mismo:

1. Concreto, inmediato, acorde con las necesidades más perentorias y urgentes de los más desfavorecidos de la mayoría.

2. Aplicable de inmediato como garantía, prenda y estímulo de la alianza que se pretende.

3. Perfectamente factible, desarrollable y legal por inspirarse en el texto constitucional vigente. Ruego a los lectores que mediten un momento sobre los contenidos de los Títulos Preliminar y II de la vigente Constitución. El inicio de un programa debe insertarse en la legalidad vigente; el futuro ya irá produciendo sus contradicciones. Por otra parte, el programa debe ser capaz de generar la fuerza social que democráticamente lo haga cumplir.

4. Un programa en el que cada medida, por simple que parezca, lleve en su formulación la exigencia de un paso siguiente, de una propuesta inmediatamente posterior, que permite su realización.

5. Un programa que por su lógica interna hace imprescindibles los apoyos mayoritarios y la formación de conciencia colectiva tanto para su defensa como para su implantación.

6. Elaborado colectivamente. El autor de estas líneas tiene una amplia experiencia de cómo esto es posible si los que más puedan aportar son conscientes de que la velocidad de un convoy es la de su último elemento.

7. La elaboración colectiva consigue, en un determinado nivel de su desarrollo, ir ganando en complejidad, accesibilidad, interés y participación.

8. Que con el tiempo y/o la coyuntura, termine siendo una Alternativa fundamentada, pueda superar el marco actual de relaciones, equilibrios e incluso forma de Estado.

9. Un programa que por su incidencia en la actualidad, atraiga inmediatamente los apoyos necesarios no sólo para su elaboración sino para una movilización ciudadana consecuente, seria, decisiva y decisoria.

10. Si en cada localidad, personas, colectivos y grupos se unen a los demás para elaborar conjuntamente, convocar a la ciudadanía, mo vilizar, salir a la opinión pública y en general crear una estructura reticular, la mayoría comenzará el proceso de su toma de conciencia.

11. En todo el proceso hay que prevenir que nos asalte el mal de nuestros tiempos: la prisa. Este proyecto -si quiere construirse con musculatura y solidez- debe rehuir la tentación de cotizar permanentemente en la bolsa mediática. El arranque de los trabajos será en muchos casos súbito y arrollador; sin embargo hay que saber moderar el tiempo. La Política, la consolidación de proyectos sociales con peso e influencia, no pueden ser flor de dos telediarios; el silencio y la discreción programados ayudan a crecer. Tiempo, constancia, voluntad y conciencia de lo que se quiere son, incluso en esta época de novedades permanentes, la única garantía de proyectos serios. Al final de este documento y como ponencia para iniciar los trabajos, incorporaré una propuesta de de diez puntos que ya en otras ocasiones he presentado.

Cuestiones de estructura organizativa

En estos días mi teléfono personal y las entradas al blog del colectivo Prometeo han superado las cotas más impensables. Las personas se ponen a mi disposición esperando quizás que se les ubique en una tarea, responsabilidad o misión. Por realismo (en mí esa palabra nunca ha significado claudicación) debo informar de la situación. Yo habría podido dirigirme al PCE o a IU demandando infraestructuras, canales organizativos y ayudas de cualquier tipo; no lo he hecho. Mi concepción de este proyecto se basa en la total independencia de cualquier tipo de organización. El precio a pagar por ello, como el de la Libertad o el de la Dignidad, incluye la precariedad de medios, instrumentos y capacidades organizativas. En los momentos en los que redacto, sólo tenemos el blog (con el permiso de los compañeros de Prometeo), la promesa de determinados colectivos de ponerse en marcha inmediatamente y mi voluntad de que esto avance, se consolide y produzca un giro total en la vida española. Sin embargo, y como propuesta, avanzo algunas ideas organizativas que mi experiencia en la elaboración colectiva de otras épocas se han constatado como correctas, prácticas, flexibles y muy democráticas:
1. Creo que la organización por incipiente que sea debe atenerse a una estructura geográfica de comarcas, provincias, comunidades y Estado español
2. Lo que articula el funcionamiento es la elaboración, discusión y explicación del programa. 3. En cada lugar, en cada nivel o en cada área de especialización temática el funcionamiento debe ser abierto pero centrado en la concreción de la propuesta que se trate.
4. Todo lo demás depende del trabajo voluntario y libremente aceptado. No tenemos más que una voluntad firme para que este horror acabe y nuestros y nietos tengan algo en lo que enraizarse y vivir.
5. Aquí no hay prebendas, cargos, honores o distinciones, Aquí solamente hay trabajo, ilusión y deseo de ser útiles.
6. Con el paso de los días, tal vez un mes o dos, desde la estructura de coordinación que tengamos, informaremos de la marcha de los trabajos.
7. La elaboración de programa no es un laboratorio de ideas, propuestas y proyectos sino también un centro de movilización para difundir, defender y ganar adeptos al trabajo. Por supuesto que en la medida que esto cuaje deberemos, con inteligencia, usar del poder que tengamos para influir en la marcha de las cosas.

El Referente

Como es sabido, en Sabadell me ofrecí como referente para este proyecto. Quiero que mis palabras queden nítidas y en consecuencia eviten interpretaciones sesgadas y basadas en hipótesis hijas de la falta de claridad. Un referente es aquella persona que por su proyección social o mediática puede, en un determinado momento, simbolizar el proyecto siquiera en sus inicios. En mi caso esa proyección ha sido consecuencia de una acción pública en el pasado y el presente. Ya no hay más. Si este proyecto arranca, se consolida y crece, el referente será el proyecto mismo, otros hombres y otras mujeres. Me habré ganado el descanso. No seré cargo público o tendré presencia en la vida institucional. Son tres las razones: mi edad, mi salud y la verdad de que nunca segundas partes fueron buenas. En esta etapa inicial seré la referencia pública para explicar el proyecto, defenderlo, impulsarlo y trabajar en él y todo ello a expensas de las decisiones que se tomen por el propio proyecto cuando este se consolide y tenga órganos de coordinación. Ello me supondrá un esfuerzo y una dedicación que en absoluto puede consistir en ir de la ceca a la meca como espectáculo mediático para ganar audiencias o confortar egos. Actos públicos los justos y bien dosificados. Estas son las condiciones de mi contrato. A trabajar, organizar, luchar y consolidar la mayoría. Un abrazo fraternal.


Programa- ponencia para iniciar los debates y la elaboración colectiva.

Nota.- El presente listado de propuestas no tiene otro objetivo que servir de materia concreta para el inicio del debate y la elaboración a llevar a los otros y en su momento a la opinión pública. Cuando se redactó se tuvieron presentes las características que sobre el Programa he escrito antes. Insisto que sólo es un material para comenzar.

1. Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.000 euros al mes. Esta cantidad es exactamente el 72% de la media de los seis países de la UE que lo tienen más alto: Luxemburgo (1610 euros), Irlanda (1.462 euros), Holanda (1.357 euros), Bélgica (1336 euros), Francia (1321 euros), Gran Bretaña (1.148 euros)

2. Ninguna pensión por debajo del SMI.

3. Extensión y ampliación de la prestación por desempleo. Todo lo anterior puede servir también para abordar con presupuestos concretos la posibilidad de la Renta Básica.

4. Reforma Fiscal: progresividad, persecución del fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la legislación sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Dotar de infraestructuras de todo tipo a la Inspección de Fiscal de la Hacienda Pública.

5. Banca pública como corolario de la nacionalización de la banca privada y las cajas de ahorros.

6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía. Ley sobre la Obsolescencia programada.

7. Desarrollo de los contenidos de los Títulos Preliminar y VII de la Constitución.

8. Control y democratización de los canales de distribución y comercialización del sector primario de la economía a fin de evitar situaciones de oligopolio que inciden negativamente sobre los precios pagados a los productores y sobre los precios pagados por los consumidores.

9. Efectiva separación entre las iglesias y el Estado.

10. Reforma del Sistema Electoral en el sentido de implantar otro proporcional, con las CCAA como circunscripción y un colegio nacional de restos.